jueves, 4 de enero de 2018

De regreso a costa de todo.





No es un Cristiano, ni un Messi, pero es un jugador que sin duda ha tomado decisiones que han nublado su trayectoria en el fútbol, pudiendo ser parte de los tabloides por goles marcados, es popular por presionar violentamente dentro de las canchas.

Pero, no todo es tan gris para Diego Costa, ¿cierto?

Costa se encuentra de regreso al equipo donde su camiseta comenzó a valer. En el Atlético de Madrid le tocó disputar titularidad con nombres como Diego Forlán, Agüero, Falcao y Adrián. Incluso aún remando siempre contra la corriente, supo demostrar con creces que lugar verdaderamente le correspondía.

El Atlético gana en 2013 contra su mayor rival, el Real Madrid, la Copa del Rey y Diego además de  marcar en la final, se consagró como el máximo goleador, marcando 8 tantos en toda la copa, titulo que se disputaba contra Cristiano Ronaldo.

Llega 2014 y el brasileño-español con 36 goles de su autoría, es parte fundamental de la liga ganada por los colchoneros, algo que rompió al menos por un momento la hegemonía catalán-merengue de casi 10 años.

No obstante, este post es para expresar lo que en mi opinión puso a Costa detrás del tren. Comienza con la elección de su combinado nacional, brasileño de nacimiento y nacionalizado español, era momento que con los pies muy pegados al suelo, diera rumbo a su carrera y se preguntara "¿dónde puedo demostrar más?, ¿qué selección me dará el lugar que me merezco?".

Les puedo asegurar que esta última pregunta jamas la tomo en cuenta. Por lo que empiezo mirando los últimos años de la escuadra española que sin lugar a duda, era la favorita para revalidar Mundial. Ve el otro lado de la moneda y se encuentra con un Brasil que desde el mundial 2002, no ha logrado encontrar el joga bonito de la era Ronaldo, Ronaldhino y después de 2 amistosos con la cararinha, decide públicamente defender la camiseta de la roja.

Sin embargo, existen 2 cosas que insisto antes de explicarlas que esta es solo mi perspectiva de lo que debía pasar en la carrera de Costa.

La primera es que Brasil no logra concretar un 9, un killer, un matador en el área, un Ronaldo, o un Robinho desde hace largo rato, por lo que contaba con Fred, Hulk y un llamado líder en crecimiento: Neymar.

La segunda, es que España lo ganó todo con su táctica de posesión, sobre todo con la más curiosa de ellas; el falso 9, y nombres que no dejaron de sonar para las convocatorias antes del Mundial, como Villa, Torres y Pedro, quienes no habían tenido ni la mitad de goles ni alto rendimiento como Costa. Por lo que entonces llega mi critica, eligió a España más por lo que representaba esa camiseta en sus últimos años, que por las oportunidades que tendría en cancha, sin entender que él representaba una posición con la que en ese momento no era parte de la táctica.

En vez de analizar que Brasil es un equipo con historia, que a sus 25 años era la pieza perfecta para acompañar a Neymar, y cabe destacar que había tenido la temporada perfecta para ser el titular del equipo, pero toda decisión llega con consecuencias y su querido entrenador Vicente del Bosque sin pestañear dio positivo a los hombres antes nombrados que para la selección eran mas nombre que calidad.

Y así España es eliminada en primera fase, y Costa fue más lo que le duro decidir para quien jugar, que su estadía en el Mundial. Mientras que Brasil que aunque llega más lejos, fue humillado por la letal y campeona selección Alemana, pero faltandole ese jugador de área que no perdonara el arco rival.

Posteriormente a la cita mundialista, sigue su gran trayectoria y decide despedirse de Simeone para darle la mano a The Special One -Mourinho-, a quien Costa le agradece mucho y admira, aunque no era protagonista de prensa, Costa se mantenía a flote. 20 goles en 33 partidos le dieron el tercer lugar como goleador en su primera temporada en el Chelsea, ganando ademas la liga.

Pero, algo que muchos vemos a la hora de ver a Diego Costa jugar, es su manera tan violenta de presionar al rival y con eso comienzan sus problemas, en una liga donde no se perdona nada y llegaron expulsiones, más lesiones y se junta la salida abrupta de Mourinho, donde sonaron nombres culpables y entre esos el del propio Diego. Chelsea queda de décimo en la tabla y Costa con solo 14 tantos, firma de nuevo con el conjunto londinense, pero ahora de la mano del italiano Antonio Conte.

Algo importante a destacar, es que Costa no sabe jugar al niño bueno y si hay algo que puede hundir una buena trayectoria es la mala conducta, y con ello los comité de fútbol. Más acusaciones, más faltas violentas, escupir a un arbitro, hacer gestos a tu técnico, llevó al Chelsea a desistir del delantero, quien a pesar de tener 20 goles en 35 partidos, se quejó de que su entrenador lo trataba como un criminal, comentario que desató una gran polémica en una rueda de prensa, donde el mismo Conte ríe a carcajadas y le termina de poner precio y fecha de salida.

Ahora con 29 años e innumerables antecedentes de rudeza, desiste de un pago de clausula, más estar fuera un largo tiempo de las canchas y toma la que para mi es la mejor decisión de toda su trayectoria, regresar a la capital española, equipo que por tener sanción para comprar, tuvo que esperar desde el mes de septiembre y en modo ya desesperación, grita Diego que ya es tiempo de dejar de entrenar y si bien es cierto, el Atlético sin duda lo estaba necesitando.

Así que después de tantos meses sin jugar, entra en el minuto 64 contra el LLeida Esportiu partido de la Copa del Rey y sin defraudarnos marca 5 minutos después su gol numero 65 en su estadía en el equipo colchonero, demostrando que esa es la camiseta que mejor sabe vestir y sé con toda certeza que ese gol será el primero de muchos en este arranque de nuevo año, esperando que la molestia que tuvo durante el partido sea solo susto y se le cumpla su deseo de ser tomado en cuenta por el técnico de la selección española Lopetegui, selección donde la tendrá muy difícil con tanta juventud destacando como es el caso de Morata, su ahora compañero Vitolo y un Pablo Alcacer que hasta la fecha lleva más oportunidad que él.

Esperemos que Diego nos de más que hablar de sus goles, que de sus malas andanzas.


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